Hace muchísimos años que no veo un tebeo en un kiosko, lo cual era habitual en la década de los 80 y los 90, donde me encontraba las ediciones normales, a un precio muy accesible, con un formato de cuadernillo, cuyas portada estaba impresa en un papel brillante, estucado, contrario a sus páginas interiores. No era fácil encontrar en aquella época clásicos como Watchmen, Ronin o V de Vendetta, o algunas series regulares como La Patrulla X o Green Lantern. Había que buscar mucho, y los Prestige de los que hablaba anteriormente llegaban con cuentagotas, y no todos. Ahora todo ha cambiado. Apenas puedo encontrar viñetas en los kioskos, tan saturados de una infracultura, que nada tiene que ver con la subcultura que todo freak consume, llamada prensa del corazón y revistas que invitan a la ausencia de pensamiento, así como la saturación de las estanterías y el propio espacio del kiosko con los coleccionables, tan de moda, y entre los cuales echo en falta los otros idiomas diferentes al inglés, pero eso no corresponde a este post, ni a este blog, dedicado al mundo del tebeo.